miércoles, 10 de febrero de 2010

EL PRIMER BESO DE AMOR

Deambulando por nuestra solemne y decrépita biblioteca gótica, hemos encontrado que uno de sus habitantes, el querido y admirado Lord Byron, se hallaba presa de un arrebato beligerante. La furia del poeta es comprensible, ya que no sólo sus contemporáneos, sino también sus sucesores, han derrochado su talento (y la paciencia de las Musas) alabando unas gracias más bien miserables. Lord Byron nos propone dejar de lado las batallas épicas y los lamentos pueriles, y enfocar nuestra atención en las cosas verdaderamente importantes: como el primer beso de amor.

1 comentario:

  1. Sí, hasta las batallas épicas suelen ser, al fín, desarrollos pueriles (y de "infanticidio desvastador"...
    Muy bueno.
    Un abrazo.
    Juan.

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